Quien haya visto la final de la Liga de Campeones, puede que haya quedado un tanto decepcionado por el juego que se ha realizado en algunas fases del encuentro, pero no puede haberse quedado desencantado por la emoción que ha tenido el encuentro.
El Bayern era el favorito por tener en su once titular al menos cinco jugadores, que podrían estar en la lista de los cinco mejores en su puesto. Era también favorito por el juego que ha desarrollado durante toda la competición y porque ademas jugaba en su propio campo.
El Chelsea llegaba con la vitola de victima propiciatoria. Cierto que un equipo que elimina al todo poderoso Barcelona debe tener algo...Pero ¿seria posible repetir la hazaña de jugar ante un equipo ofensivamente tan superior al equipo ingles, sin exponer en ataque y resultar victorioso?. La respuesta es ha sido si.
El técnico del Chelsea sorprendió a todos alineando de inicio a Bertrand. el joven jugador de 22 años, ha debutado en la máxima competición europea jugando una final, y encima ganándola. Dudo que un hecho así se repita.
El partido fue prácticamente un monologo en ataque del Bayern, que se canso de tanto llegar a la puerta defendida por Cech. Las acciones de este y la falta de acierto de los jugadores del equipo alemán, fueron dando confianza a un Chelsea que se a mitad de la segunda parte se veía ya disputando la fina en los penaltis.
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| Drogba celebra el gol que forzó la prorroga |
En el minuto 80, un cabezazo picado que parecía seria detenido por el portero del Chelsea, golpea en el larguero y se cuela en la portería. Todo parecía haber llegado a su final, el equipo local dominador del encuentro a falta de menos de 10 minutos estaba un gol por delante. El técnico contrario hace un cambio, a todas luces más gesto de desesperación que de fe en que se produzca una reacción, entra al campo Torres,
El español realiza una jugada en la que se fuerza un saque de esquina. Drogba no necesita más, engancha un testarazo para batir a Neuer y establecer el empate a 1, que lleva a la prorroga.
El Bayern, no aprendió la lección de dejar escapar un titulo faltando diez minutos, y en un penalti tan tonto como claro Drogba, prácticamente deja muerto a su equipo. El holandés Robben lejos de rematar al moribundo Chelsea, decide darle la vida fallando un penalti en el tiempo de prorroga.
Al final en la tanda de penaltis un global en el marcador del partido de 4 a 5, para los ingleses. Que equivocados estarán hoy quienes piensen que el fútbol no fue justo con el Bayern. Porque el fútbol es como la vida, al final triunfa quien no deja pasar sus oportunidades y el Chelsea no las dejo pasar.
Enrique J. Díaz-Benito S.
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