sábado, 4 de febrero de 2012

FÚTBOL Y VIOLENCIA




La mayoría de los medios han pasado de puntillas sobre el hecho, de que independientemente de la situación y momento que se vive en Egipto, se hable de la violencia en los estadios de futbol. Parecer ser que la situación política del país, ha ayudado o generado parte de la tensión para que se produjeran esos pocos afortunados hechos.

Recuerdo la tragedia de la final del Estadio Heyssel, que vi en directo por televisión. Veintisiete años han pasado de aquella tarde cuando la endeble separación de malla de alambre que había entre los aficionados del Liverpool,  se venció por el empuje que estos realizaron  sobre ella al lado en que se concentraban la mayoría de los aficionados de la Juvetus de Turín. Recuerdo como se apretaba la gente, como algunos saltaban las vallas de separación del campo, y como una masa se agolpaba y abría unas puertas de acceso al campo, pese a lo cual las vallas de separación reventaban y cedían, como debieron de reventar, los cuerpo de aquellos desdichados que tuvieron la mala suerte de estar al lado de una jauría humana, sin cordura, que aplasto a sus semejantes sin motivo, ni razón, que fuera la de un odio irracional a unos semejantes suyos cuya única falta, para ser atacados y perder sus vidas, era que el equipo de sus sueños de grandeza y gestas deportivas era distinto de aquel a que ellos habían ido a “animar”.

Desde entonces se ha avanzado mucho en la seguridad de los estadios. Se eliminaron las vallas separadoras del campo, se implementaron tornos, todas o la mayoría de las localidades son sentadas, se instala video vigilancia.

Todo eso está muy bien. Pero ¿que hemos hecho nosotros?, ¿ y los medios de comunicación?, ¿y  los clubes, jugadores, entrenadores?

Tragedia de Heysel 
Los padres debemos ser ejemplo, yo recuerdo ir con mi padre al futbol, y los único improperios que alguna vez le escuche en la grada fueron, arbitrucho y pelele.  Nosotros los adultos somos referencia para los más pequeños, para nuestros hijos, sobrinos, sus amigos. Debemos mantener las formas. Se puede animar, se puede cantar, protestar, pero nunca decir nada verdaderamente ofensivo o denigrante. Y eso no solo en los partidos que vamos a ver con nuestros hijos, sino también aquellos a los que les acompañamos para  verles jugar. Como no va ha haber violencia en el fútbol, si entrenadores de categoría infantil se mofan de los jugadores del equipo contrario, e incitan a sus pupilos a que los insulten o saquen burla de ellos, por que alguno de ellos tiene algún problema del habla o son de un colegio religioso.  Si a esos niveles no se toman medidas para evitar ese tipo de cosas que podemos esperar.

La práctica del deporte en los niños debe tener como objetivos: la educación en convivencia, el respeto a los demás, que sea lúdico y sea complemento de la salud de los niños.

En cuanto a los medios de comunicación, también tenemos parte de culpa. Debemos dar nuestra opinión y criticar todo lo referente al juego, y a sus entresijos. Pero debemos de hacer ver también a quienes nos leen, escuchan o ven, que el deporte también es espectáculo. No se puede alimentar la animadversión contra algunas personas o determinados clubs por un hecho u otro.

No se puede decir sobre todo porque es faltar a la verdad, que cuando un jugador celebra un gol en campo contrario, lo hace para provocar al público. Porque si es asi las canchas de baloncesto son pura provocación y en la NBA, ya sería un escándalo digno de ser llevado a los juzgados. Seamos un poco serios.

Se  critica el gesto de un jugador en un campo cuando lleva varios partidos escuchando de la grada insultos, o se le desea a voz en grito la muerte. Antes de criticar al jugador, se debería criticar esos canticos, y eso creo que casi nunca se hace.

Lo mismo se hace en el terreno de las declaraciones de entrenadores y dirigentes. Se critica a entrenadores que no hablan de futbol cuando en una rueda de prensa tras un partido, se le realizan 8 preguntas y ninguna de ellas versa sobre el partido, que es el motivo de esa rueda de prensa.

La violencia en el futbol no es un tema baladí, como no es la violencia en la familia, el trabajo, o la escuela. O en todos los ámbitos de la vida se tienen las mismas reglas, y esas reglas son para todos, o vamos a crear una sociedad en la que dependiendo de en donde estés y de que lado, va a parecer que algunos tienen la potestad de abusar de los otros.

Enrique J. Díaz-Benito S.

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